lunes, 22 de febrero de 2016

Disney, tenéis un problema…


La factoría Disney parece haber encontrado un filón en la saga de sus princesas: seguidoras/es de todas las edades, procedencias y credos, millones de dólares en taquilla, merchandising a niveles insospechables, y, como no, recogida de los dividendos que todo eso representa.
Las Disneys clásicas.
Las clásicas predecesoras de esa saga, Blancanieves, La Cenicienta y La Bella Durmiente, lanzadas en 1937, 1950 y 1957 respectivamente, pueden parecernos en la actualidad poco más que unas niñas ñoñas sin más aficiones que corretear por el bosque y adecentar la casa de siete enanos, poner miradas lánguidas y pasear en una calabaza y dejarse drogar esperando a ser rehabilitada por el primero que pase (si es príncipe mejor que mejor). Aparentemente poco tenían a decir ¿O no?.
Debieron pasar más de 30 años para que la factoría lanzase la primera de las nuevas heroínas modernas, La Sirenita

lunes, 15 de febrero de 2016

Sexta entrega de #lalistadepepe (v1.6.0)


Novedades: Como algunos de vosotros sabréis un problemilla de salud me ha tenido alejado de las tareas habituales entre las que incluyo la elaboración de esta página. Afortunadamente la cosa está superada –al menos para poder teclear- así que me pongo manos a la obra para seguir opinando, de buen rollito, sobre vuestros blogs. Como reiniciar la cosa en el punto en que se quedó sería un peñazo insoportable una ardua tarea (especialmente para mí), los miembros del jurado han tenido a bien que se retomen las reseñas a partir del primer día del este 2016. Así pues:

Periodo de revisión (aprox.) del 01/01 al 31/01.

Lo de siempre: La elaboración y revisión de este listado, cuya filosofía y “bases”* están definidas con mayor o menor exactitud en la pestaña #lalistadepepe, es un puro ejercicio personal de estudio con el que aprovecho para intentar estimular la difusión de contenidos relativos a mi quehacer diario.
Se elabora con la mejor intención del mundo, una pizca de tacto y un montón de ilusión por lo que os agradecería encarecidamente que ante cualquier situación de agravio por error y/u omisión contactéis conmigo antes de ponerme a parir por los cauces habituales.
Recordar que serán valoradas únicamente aquellas entradas que tengan alguna relación con el mundo de la pediatría.
   *Como iréis observando y en aras a adaptarse a nuestro/s sistema/s educativo/s dichas bases pueden ir variando sin más criterio que la ecuanimidad y el darle un poco de vidilla a la cosa. A día de hoy están actualizadas.


Dale al PLAY y por lo menos te entretienes un poco:



miércoles, 3 de febrero de 2016

¿Prescripción diferida de antibióticos en pediatría?


La prescripción diferida de antibióticos (PDA) es el acto médico por el cual el facultativo que se enfrenta a un proceso presumiblemente infeccioso desconociendo el origen del mismo, viral o bacteriano, hace delegación al paciente de una prescripción de antibiótico para que él decida usarla, o no, en función de la evolución. 


Veo en las redes sociales romper algunas lanzas en favor de la PDA y desde el mayor de los respetos y bajo mi punto de vista de pediatra preocupado por la excesiva recomendación de ese grupo de medicamentos, con años de lucha en la batalla, no puedo mostrar mi consentimiento.


Parece claro que el nuestro es uno de los países industrializados donde la mala indicación de los antibióticos está más extendida, lo que contribuye, entre otras muchas causas, a incrementar dos indicadores negativos, a saber: las resistencias microbianas a los tratamientos y el gasto sanitario.
De 123rf.com 

Tengo en mente que cuando he visto esa práctica, llevada a cabo en algunas consultas de pediatría privada, me ha parecido no más que una medida de complacencia para los padres que demandaban el consabido antibiótico y a los que es difícil convencer de su ineficacia para el diagnóstico establecido y/o que ese hito supone un dispendio de tiempo, tan valioso en esos centros.